La fotografía es mi profesión, pero también mi pasión, y mis modelos favoritos son los niños, pues su candidez e inocencia les permite mirar a la cámara sin miedo y con absoluta franqueza. Por eso me encanta fotografiar a los niños en cualquier situación pero muy especialmente el día de su Primera Comunión. La felicidad que irradian sus caras en ese día tan esperado es contagiosa y disfruto retratando esos momentos tan importantes para ellos.
Me gusta fotografiar a los niños en su ambiente, en su casa, en el parque o el jardín, con sus padres y hermanos, con sus abuelos o sus amigos, captar sus sonrisas, los nervios antes de entrar en la iglesia, sus gestos de emoción durante la ceremonia. Realizo mis fotografías aprovechando siempre que puedo la luz natural y los espacios al aire libre, para que se sientan cómodos y relajados y así poder obtener las mejores imágenes del día más feliz de su infancia, el día de su Primera Comunión.