Fotografía botánica en Cantabria

fotografia botanica en Cantabria

 

 El otro día nos invitó mi amiga Paz a un rico arroz en su casa de Anero. Después de comer empezó a llover y aproveché el momento para salir al jardín. Cogí la cámara con la intención de hacer prácticas de fotografía botánica en Cantabria, qué mejor lugar. Con ello, llevaba montado un macro para fotografiar sus glicinias, que ahora están en su mejor momento.

 

Desde el encierro a causa de la pandemia suspiraba por un objetivo macro para poder fotografiar flores y plantas. El año pasado por estas fechas, mis hijos me lo regalaron por mi cumpleaños y ahora en primavera es el mejor momento para sacarlo a pasear.

 

Fotografía botánica en Cantabria. Pasear por sus campos

 

Parece que los meses de confinamiento despertaron en nosotros la necesidad de acercarnos más a la naturaleza.

Siempre me gustó pasear por el campo, pero ahora se ha convertido en una necesidad casi emocional. Así llevo un tiempo, fotografiando árboles, jardines, flores y plantas, en distintos lugares y estaciones.

 

Por suerte, aquí lo tenemos fácil, así que aproveché la ocasión para pasear por Anero. Nada como realizar fotografía botánica en Cantabria bajo la lluvia. Lo que la primavera ofrecía era nada menos que, glicinias, daturas, rosas, ortigas, kerrias, los primeros brotes de una higuera o un cerezo en flor.

 

 

Un festín de flores en primavera

 

“Leve es la primavera: solo un viento que va de árbol en árbol"

 

Así lo expresa Usuda Arö y yo lo recordaba mientras disfrutaba de un festín de flores y frutos recién lavados por la lluvia en el camino hacia el cementerio. Allí Paz nos quería enseñar la tumba del Doncel, un sepulcro esculpido en la piedra. Al principio, descubrimos la figura de un joven de bellas facciones, que yace con un perro acostado a sus pies. Luego, la belleza efímera de las flores en todo su esplendor primaveral.

 

El cementerio y la tumba de aquel joven, llegado de Venezuela para terminar enterrado en un pueblo de Cantabria, invitaban a reflexionar sobre nuestro fugaz paso por la vida.

 

 

Un oportuno contrapunto

 

El contrapunto lo puso, justo a continuación, un precioso Mercedes, un clásico en muy buen estado de conservación, que desafiando el paso del tiempo se encontraba aparcado en un taller cerca del cementerio.

 

Como no podía ser de otra manera, me lié a fotografiar el viejo coche, porque la belleza de la máquina también puede competir con la de las flores.

 

Y los motivos que atraen la atención del fotógrafo, pueden ser muy variados.

 

Por eso no me gusta que me encasillen como fotógrafa de bodas. Siempre digo que soy una fotógrafa, que en ocasiones realiza reportajes de boda o eventos sociales. También fotografía botánica en otras versiones de la profesión.

 

Porque me gusta la fotografía de naturaleza, el paisaje, el retrato o el bodegón. Todo puede ser objeto de mi interés y prefiero ser una fotógrafa sin más, sin etiquetas, ni limitaciones. Todo es digno de ser fotografiado y cada fotógrafo lo hace a su estilo.

 

Y esta es mi manera de fotografiar un paseo por Anero en primavera, donde el viento y la lluvia me acompañan, mientras pienso en el poder de la fotografía para detener el tiempo. Finalmente, y aunque todo termine en el camino al cementerio, árboles, plantas y flores seguirán regalándonos su perfume y su sombra.

 

Espero que mis fotos sobre este tipo de fotografía botánica en Cantabria os gusten, aunque no se puedan oler.