Lo que está cerca

Guivert
Guivert

 

“Hay cosas en vuestra vida que solo vosotros veréis, historias que solo vosotros oiréis. Si no las contáis o las escribís, si no hacéis la foto, esas cosas no serán vistas ni oídas.”

Emmet Gowin

 

Nacido en Dauville, Virginia en 1941, y fotógrafo en activo desde hace más de 40 años, el leit motiv de su fotografía fue siempre su mujer Edith, su musa. Se interesó también por otros temas, como los efectos de las pruebas atómicas sobre el paisaje, las mariposas nocturnas o la huella humana que minería y agricultura dejan sobre el paisaje. Pero hoy nos interesa su trabajo centrado en su entorno familiar más íntimo. Me fascinó su obra cuando en 2013 visité la exposición que la Fundación Mapfre le dedicó en Madrid. Y pasó a ser parte de mis referentes en fotografía junto con otros fotógrafos que centraron su trabajo en la familia y los amigos más cercanos, como Sally Mann, Jacques Henry Lartigue, Nicholas Nixon, Hervé Guibert o Nan Goldin por citar algunos.

 

Cada uno abordó fotográficamente su entorno más cercano con su estilo propio. Sally Mann realizó su maravilloso proyecto “Inmediate Family”con cámara de placas y gran formato fotografiando a sus hijos, Emmet, Jessie y Virginia durante los veranos en su casa en el campo en Lexington, Virginia.

 

Emmet Gowin fotografía con toda clase de cámaras, formatos y calidades. Decía que la poesía se produce unos milisegundos antes apretar el disparador. Ha demostrado que la cámara importa bien poco y que también se puede hacer arte de lo cotidiano. José Ángel González define la obra de Gowin como una “Antología del dulce manipulador de la vida cotidiana”. Retratar a su mujer Edith es el poema central de su obra. A través de esos retratos expresa lo que siente por el mundo.

 

 

Nicholas Nixon, nacido en Detroit en 1947, también centra su principal proyecto en su entorno familiar, con un estilo fotográfico más directo y menos teatralizado que el de Gowin. Con una cámara de 8 x 10 pulgadas estuvo retratando a su mujer y a sus cuñadas “The Brown Sisters” durante 40 años en sus reuniones familiares, manteniendo siempre el mismo orden en la posición de las modelos y el mismo encuadre. El periodista Rafael Ordoñez del Independiente lo define como el fotógrafo de lo invisible. La intimidad del fotógrafo y las modelos retratadas, lo que no se ve pero está ahí, eso es lo más difícil de fotografiar. En la exposición que la Fundación Mapfre le dedicó en Madrid hace unos años, me impactó el grado de confianza y complicidad que transmiten esos retratos repetidos durante 40 años, ese invisible de tantos buenos momentos compartidos. Es una puerta abierta a la intimidad del fotógrafo y su conexión con lo retratado. Su proyecto sobre enfermos “People whith AIDS” 1988 también conmueve y toda su obra es una reflexión sobre la condición humana, las emociones y los lazos que compartimos.

 

Encuentro cierto paralelismo con la obra de Hervé Guibert, escritor, periodista, cineasta y fotógrafo francés, nacido en Saint Cloud en 1955, que murió en 1991 con tan solo 36 años, por causa del SIDA, dejando un exquisito legado de fotografías realizadas también en su círculo más íntimo. Pura poesía visual, que tuve la suerte de descubrir en la exposición que la Fundación Loewe le dedicó en la edición de PhotoEspaña 2019.

 

Su carrera comienza a los 18 años con una Rollei 35 regalo de su padre con la que retrató a su madre, amigos, familia y amantes, imágenes de gran belleza que destilan poesía:

Quería representar físicamente sentimientos que son invisibles ante la cámara e invitar al espectador a conectar con esas imágenes reconociendo sus propios deseos.”

 

Su obra transita entre la realidad y la fantasía, el placer y el dolor, la vida y la muerte, siempre desde una mirada intimista y poética. Sus fotos me llegaron muy hondo y es uno de mis fotógrafos más admirados.

 

 

Y podría seguir aquí analizando y compartiendo la obra de grandes fotógrafos como Julia Margaret Cameron, Henry Lartigue o Sally Mann que también tomaron como modelos a parientes y amigos y que siempre me han inspirado. Lo que más me interesa y donde me siento más feliz es fotografiando a mi familia, porque es en la intimidad donde no hay barreras entre la fotógrafa y sus modelos. Por eso me gusta fotografiar lo que me toca más de cerca y habla de mis sentimientos, porque al final es lo que más me importa.

 

Hoy quiero compartir con vosotros las fotos de estos grandes de la fotografía que centraron su trabajo en sus seres queridos, otros día os mostraré las fotos que a lo largo de los años voy realizando para mi “Life” un proyecto siempre abierto, que me acompañará toda la vida.

 

Lucía Laínz.

Fotógrafo. Santander