No es lo que estáis pensando. No se trata del primer beso, ni del primer amor, ...o tal vez sí. El primer amor por los caballos, je, je… Porque el tema que hoy me inspira va sobre la primera vez que un niño, en este caso dos, se acercaron a un caballo.
Después del largo confinamiento sin apenas contacto con la naturaleza, tenía pendiente con mi amiga Carolina una sesión de fotos en familia y pensé que sería buena idea llevarle a La Espina, el Centro Ecuestre, que mi antigua compañera del colegio Ana Sugasaga y sus hijos Patricia y Miguel llevan en el pueblo de Villafufre, aquí en Cantabria. Así que me puse en contacto con ellos y quedamos una tarde de finales de junio para hacer las fotos de los niños con los caballos. Llegaron Carol y Fernando con sus hijos Carlitos y Fer. El pobre Carlitos venia con un ojo hinchado por la picadura de un mosquito que le hizo una reacción alérgica bestial. Al principio se mostraban temerosos, nunca antes habían visto un caballo tan cerca, y el solo hecho de acariciarlo ya fue toda una experiencia. Era su primera vez, su primer contacto y estaban un poco impresionados ante el tamaño del animal. Tuve la previsión de llevar unas zanahorias para romper el hielo y así conseguí que se fueran acercando y ganaran confianza con el caballo, que se las zampó en un plis plas.
Superados los temores iniciales se animaron a montar, primero con Patricia, que como buena monitora tiene maña también con los niños y mucha paciencia. Patricia es un encanto y me facilitó mucho la labor fotográfica paseando a los niños de uno en uno y luego a los dos hermanos juntos. Para ellos fue una experiencia que seguro recordarán toda su vida, y para mí fue un placer ver y retratar sus caras de emoción, como lo vivieron y disfrutaron, pasando del miedo al goce más absoluto, venciendo sus temores y sintiendo el orgullo de haberlos superado para subirse encima de un animal tan grande.
¡Qué risas! ¡cuanta emoción! Espero que mi reportaje haya captado todas esas emociones y que les sirva para recordar la primera vez...la primera vez que montaron a caballo, y espero que no sea la última…
Gracias Ana, Patricia y Miguel, sin vuestra colaboración este reportaje no hubiera sido posible.
Lucía Laínz
