Además de muy, pero que muy divertida. La de Chema y Cristina fue una boda pensada para disfrutar, porque los novios se centraron en lo más importante y en mi opinión acertaron plenamente. En primer lugar con la elección del lugar de celebración , el hotel “Los Guardeses” en Solares, el sitio perfecto para una boda cómoda pues reúne todas las condiciones de alojamiento e instalaciones, jardín y capilla para celebrar una boda muy bonita, con la ventaja de alojar a los novios y a la mayor parte de sus invitados y disfrutar de todo el evento sin tener que desplazarse a ningún otro lugar. Para el fotógrafo una gozada trabajar en un sitio decorado con tan buen gusto y con un staff de lujo, siempre pendiente de facilitar nuestro trabajo, gracias a la profesionalidad de Héctor y todo su equipo.
Iniciamos nuestro reportaje como siempre con los preparativos de la novia en su habitación del hotel. Era una mañana soleada, perfecta para que Cristina, una vez peinada y maquillada por Lara Llano, luciera su conjunto de falda y blusa de Aiterik, muy estiloso y comodísimo. El toque de color de sus zapatos y bolso amarillos y un ramito de margaritas remataban un estilismo muy natural.
Nos colamos en la habitación donde se vestía Chema para retratar también al novio con su traje azul y su chaleco escocés de Sastrería Jajoan , que complementó con unos gemelos de submarinos amarillos super chulos.
Los invitados, en número suficiente pero no excesivo, solo los más allegados, aunque unos bastante afectados por una noche previa de juerga no podían prescindir de sus gafas de sol, esperaban la salida de la novia y algunos aprovechaban para tomar una última caña antes de pasar a la capilla donde ofició la ceremonia el tío de Chema, que nos sorprendió a todos con una canción compuesta por él expresamente para la boda de su sobrino y doy fe que fue el colofón a una ceremonia muy emotiva y muy aplaudida.
Terminado el acto los invitados disfrutaban de un excelente aperitivo en el jardín decorado para la ocasión por Raúl de Seldeflores. Mientras, nosotros escapábamos con los novios a un lugar mágico a escasos metros del hotel, una antigua mina abandonada en pleno centro del pueblo, junto al balneario, un enclave singular ideal para realizar el reportaje de los recién casados en este paraje que parece un decorado de Parque Jurásico, la Mina Pepita.
Y después de muchas fotos y muchas risas volvimos al cocktail para realizar las fotos de grupo con familia y amigos antes de pasar a la sala donde se sirvió el banquete en largas mesas al más puro estilo italiano con unos preciosos meseros de Love printed factory obra de Manu Giménez, pues los novios querían compartir mesa con todos sus invitados. Los amigos del novio improvisaron una coreografía con la ayuda del Dj de WM Arts y tras los postres volvimos todos al jardín para disfrutar de la actuación estelar del grupo Blue Yeyés , que hizo que todos los invitados sin excepción bailaran al ritmo loco de sus guitarras en un delirio yeyé que nos hizo vibrar a todos hasta bien entrada la noche.
Y con estas fotos de la boda de Cristina y Chema que compartimos hoy en nuestro blog queremos agradecer a los novios y todos sus invitados un día tan divertido . ¡¡¡GRACIAS!!!.
Lucia Laínz