La princesa prometida

Esa era Mª Rosa, la última novia de la temporada, cuando la vi de novia con su vestido de David Christian Me trajo a la memoria “La princesa prometida” , aquella película de los años ochenta, interpretada por Robin Wright y de la que tan solo

recuerdo la banda sonora de Mark Knopfler. Y es que la boda de Mª Rosa y David fue una boda de cuento, por la magia que

desprende cada rincón de la casa de su abuela en Castañeda, en una mañana de otoño con el sol entrando a raudales por los balcones para iluminar cada escena. Una delicia para mí poder trabajar en un sitio tan especial y con una novia tan linda, con ese aura que toda novia destila el día de su boda. Mª Rosa parecía una princesa, envuelta en un velo de tul con un tocado de flores barroco y dorado, también creación de David Christian. El pelo iba recogido en una trenza y con un maquillaje muy natural de Tommy & Company, estaba bellísima y lista para salir del brazo de su padre, Fernando, y recorrer el breve camino de hojas verdes preparado por Maxi Viaña y su equipo, para llegar a la capilla de la Finca San Juan, donde ya esperaba David, el apuesto príncipe azul con su chaqué de JaJoan Store para recibir a la novia.

Toda la decoración floral del evento y el precioso ramo de la novia fueron realizados por Maxi Viaña Floristas. Las coronas y capazos de flores de las damas de honor fueron creación y regalo de La Silvestre. Porque en esta boda se cuido al máximo cada pequeño detalle, desde el estilismo de la novia con sus pendientes de Perodri Joyeros y el anillo de pedida de Suárez, hasta la música en la capilla interpretada por su primo Gonzalo Albarrán o el divertido grupo Ou Mama que nos hizó bailar al ritmo de Knockin’ on Heaven’s door, para terminar la velada con la buena música de David Alonso de Amazing Dj’s.

No podemos olvidar el largo aperitivo con los puestos de anchoeras de Santoña, ostras de Son de la mar, el cortador de jamón o el seating plan diseñado por la novia con viejas herraduras, porque en una boda como esta no podían faltar los detalles hípicos, ya que Mª Rosa adora los caballos y los perros que viven en la finca de su abuela y disfruta como todo el clan Alvear de la vida en contacto con la naturaleza. Por eso al terminar la ceremonia religiosa los novios quisieron hacer sus primeras fotos de recién casados en el entorno de las caballerizas y el campo de Polo de la finca.

Terminado el cocktail y tras las fotos oficiales con ambas familias se sirvió el banquete en los salones de la Hostería y tras el corte de tarta y la entrega de el ramo a Manuela “Panchi” la mejor amiga de la novia, y a sus dos abuelas, tuvimos el placer de ver las habilidades de Chirri, el cocinero de toda la vida, que hizo las delicias del público con el degüello de varias botellas de Champagne al más puro estilo francés.

Finalmente los novios dieron inicio al baile de esta animadísima boda, digna de una princesa de cuento, pero de un cuento muy divertido, que deseamos tenga un final feliz, y que algún día contéis a vuestros nietos con estas fotografías de Lucía y Cecilia, que ahora compartimos, lo que sucedió un buen día en la Finca de San Juan.

 

Lucía y Cecilia