Mi gran boda Hindi

A veces en la vida se presentan oportunidades que no podemos dejar pasar. Así, este año, se me presentó la ocasión de viajar a India invitada a casa de unos amigos de mi hija Cecilia, los MacElrea, que iban a pasar el invierno en Goa. Me pareció una gran oportunidad y sin pensarlo dos veces decidí aprovecharla y saqué los billetes. Una buena ocasión para conocer un país y una cultura tan distintos en compañía de mis hijos, una buena época para viajar, febrero, (aún no es tiempo de monzón en India y todavía no ha empezado la temporada de bodas en España), y tampoco es tiempo de exámenes para mis hijos, así que decidí hacer las maletas y poner rumbo a Bombay.

El viaje ha sido una gran experiencia. Hemos disfrutado y aprendido mucho de este increíble país y de la convivencia con el clan MacElrea, Sean, Doreen y sus tres hijos: Jami, Tristan y Kieran, que nos han enseñado lo mejor de Goa y nos han hecho la estancia en India mucho más interesante. Con ellos hemos compartido viajes en autobús, visitas al mercado de Margao, a museos, antiguas casas portuguesas, iglesias y monumentos de la época colonial en Panjim, plantaciones de especias, sabrosas comidas de la gastronomía goana, partidas de cartas y ajedrez, partidos de volleyball, baños y largos paseos por las maravillosas playas de Goa. Unas vacaciones inolvidables con montones de momentos únicos para capturar con mi cámara. Cientos de fotos para recordar los mejores momentos del viaje y entre todas ellas un pequeño reportaje de una auténtica boda hindú, que pude realizar gracias a esas maravillosas casualidades de la vida, que quiso que una tarde de las muchas que pasamos en la playa de Fatrade, frente al Hotel Ramada, se celebrará una gran boda al más puro estilo Bollywood y que yo estuviera allí, en el lugar adecuado y en el momento preciso para poder capturar con mi pequeña cámara Lumix la puesta en escena de un evento tan especial.

Así pude disfrutar de la boda como un invitado más. Lo pasé genial siguiendo el desarrollo de la ceremonia, la llegada de la novia y su cortejo, los preparativos del sacerdote, la entrada del novio, los músicos, los invitados, el fotógrafo, el videógrafo, el DJ, el dron sobrevolando el escenario, los clientes del hotel, los turistas de la playa, no faltaba nadie, aquello parecía el camarote de los hermanos Marx.

Y yo como si me hubieran contratado para cubrir el evento, sin perder ripio de todo lo que sucedía a mi alrededor, disfrutando como nunca de mi gran boda hindi.

Estas son algunas de las fotografías que realicé aquella tarde en la playa de Goa. Espero que disfrutéis con ellas tanto como yo recordando aquellos momentos tan especiales. Es lo bueno de los viajes , que nunca terminan y siempre sorprenden.

Lucía Laínz

 


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