Nuestro Proyecto Fotográfico

Fotografía: Raul Lucio
Fotografía: Raul Lucio

El fin de semana pasado tuvimos la suerte de recibir de nuevo la visita de Eduardo Momeñe, que compartió con nosotros su tiempo, su experiencia y su profundo conocimiento de la fotografía. Ya es la tercera vez que asisto a uno de sus encuentros fotográficos. El primero fue en Durango y recorrimos con él la historia de la fotografía; el segundo fue aquí en Santander y nos ayudó a entender mejor la fotografía made in USA y las nuevas tendencias en el documentalismo americano. En este tercer encuentro le hemos pedido que nos hablara de cómo construir un proyecto fotográfico personal, pues poco a poco vamos madurando como fotógrafos y cada vez nos interesa más la construcción de una obra fotográfica sólida.

Para Momeñe construir una obra fotográfica donde todo tenga coherencia, exige que cada imagen, cada eslabón de la cadena que finalmente pase a formar parte de nuestra obra, tenga que ser perfecto y encajar perfectamente con el resto de imágenes o eslabones que conformen el proyecto definitivo. Solo así tendrá significado.

Fotografía: Raúl Lucio
Fotografía: Raúl Lucio

Cada fotografía que pase a formar parte de él deberá ser por sí misma una gran fotografía, pero además deberá quedar perfectamente ensamblada en la estructura del conjunto final de nuestra obra. Por eso, primero tenemos que saber qué queremos fabricar, qué queremos contar, cúal es nuestro objetivo y qué pasos debemos dar para alcanzarlo. Cada nueva foto que hagamos deberá responder a las necesidades de nuestro proyecto, y siempre tendremos en mente al construir nuestras fotos cómo queremos que sea nuestra obra final para que el mundo pueda comprender lo que queremos contar, para que se detenga ante cada una de nuestras fotografías y admire el conjunto de nuestra obra.

Pero no debemos confundir un proyecto fotográfico con un proyecto temático. Nuestro proyecto fotográfico comentará nuestra manera de ver el mundo, nuestra forma de mirar, que es absolutamente personal e intransferible, porque como decía Duane Michals, "nuestras fotos son nuestros pensamientos, y cada cual piensa el mundo a su manera".

Por eso debemos ordenar nuestra cabeza y tener claros nuestros objetivos. El reto es conocer el lenguaje con el que queremos expresarnos y poder escribir bien y bonito, para que la estructura visual de nuestra obra fotográfica sea sólida y coherente.

Se trata de extraer del mundo las imágenes más bellas, aquellas que más nos atraigan, y componer con ellas un puzzle muy bello, un collage impresionante, capaz de llegar a todos, porque hemos hablado muy bien y nuestro discurso es interesante para todo el mundo.

 

Para Momeñe, construir una obra fotográfica donde todo tenga coherencia, exige que cada imagen, cada eslabón de la cadena, debe ser perfecto y encajar perfectamente con el resto de eslabones que conformen el proyecto definitivo.

Así pues, insiste Momeñe, cada una de nuestras fotos debe ser muy interesante por sí misma y además encajar a la perfección en nuestro discurso. No podemos dejar nada al azar, tiene que haber una intención consciente a la hora de fotografiar y, sobre todo, una base de conocimiento previo, una cultura visual obtenida a base del conocimiento de los grandes autores de la Historia de la fotografía y de sus obras, que serán nuestros referentes, las fuentes de las que bebamos para afrontar nuestros propios retos y construir nuestro personal discurso a base de trabajo duro y constante. No será una tarea fácil, pero no hay que tener prisa, nuestro único objetivo es hacer fotografía,  para hacer las mejores del mundo, no para cambiar el mundo ni para contar nada sobre él, porque el mundo ya está contado. Todo está fotografiado, pero si hacemos fotografías buenas de verdad, ellas solas cambiaran el mundo y harán que el público se detenga a contemplarlas.

Podemos plasmar nuestras fotografías en un libro, una exposición, un video, pero cualquiera que sea el formato elegido el acabado tendrá que ser excelente, no importa el tema; si las fotos son buenas el tema será interesante.

Nunca expliques tu obra fotográfica, ella debe explicarse por sí misma. No obstante puedes añadir texto a tus fotos, porque el texto amplía el significado de la obra, pero son dos lenguajes diferentes, que se complementan y cada uno tiene su propia gramática.

El lenguaje fotográfico es un lenguaje mudo, una foto no cuenta una historia, pero una cadena de imágenes coherentes y bien estructuradas entre sí hablarán de la estructura visual del autor, y ese será el tema, su manera de mirar, su forma de opinar sobre la realidad que le rodea a través de sus fotografías.

El tema de Gary Winogrand es Gary Winogrand, el de Saul Leiter es Saul Leiter y el de Elliot Erwitt es Elliot Erwitt , aunque cada uno tenga unos temas preferidos a la hora de fotografiar, lo importante no son sus temas sino su manera única y especial de mirar el mundo, su mundo.

El gran tema de nuestro libro serán las grandes fotografías que veamos en él. Por eso es fundamental la autocrítica y la contención. Menos es más. No debemos ser reiterativos, mostrar sólo lo mejor de nuestro trabajo. El conjunto de nuestras mejores fotos mostrará nuestra mirada y ese será el tema de nuestra obra.

Ten la confianza suficiente en ti mismo, que tu trabajo hable por sí solo y que sea esa información estética la que atraiga el interés del espectador y lo atrape.


Fotografía: Raúl Lucio
Fotografía: Raúl Lucio

No queremos fotos útiles para el fotoperiodismo, solo queremos fotos buenísimas. Nuestro trabajo no responde a un interés editorial, sociológico o científico, solo nos interesa la fotografía y la edición de nuestro trabajo debe ser puramente fotográfica. Una fotografía de autor culto, donde fotografía y textos caminen juntos y sean excelentes también de forma separada.

 

Fotografía + literatura + diseño = Un libro excelente.

 

Si estructuramos bien nuestra obra fotográfica, elegimos el papel, la tipografía, la encuadernación, el diseño y los textos adecuados, aumentará el valor de nuestro trabajo y será más apreciado. Construiremos nuestras imágenes fotográficas jugando con varios elementos: el espacio visual que queramos encuadrar, donde la luz habla e interactúan una serie de elementos que nosotros decidimos cómo queremos que se relacionen entre sí y con el espectador. Esto dependerá de las decisiones que tomemos antes de disparar, la distancia focal, el punto de enfoque , la altura a la que situemos la cámara, nuestra posición , etc …

Una vez creado el espacio deseado, una vez encuadrada la imagen, viene el segundo elemento, el lenguaje corporal de nuestro modelo, su actitud ante la cámara, activa o pasiva , consciente o inconsciente… Y la luz, qué clase de luz queremos para nuestras fotos y si queremos o no queremos color. Nuestra elección de cada uno de estos elementos : espacio fotográfico, lenguaje corporal, calidad lumínica, tono, color… definirá nuestro estilo fotográfico.

El ensamblaje de todas estas piezas del puzzle es también parte de la obra. A qué tamaño las vamos a imprimir, serán para una exposición o para un libro, llevarán un pie de foto o un texto más largo, formarán parte de un video... Porque dependiendo del acabado final que queramos para nuestro trabajo también varía nuestra forma de pensar. Si es un vídeo habrá que pensar en términos de lenguaje cinematográfico. En definitiva somos fotógrafos y construimos objetos de una utilidad estética.

Hacemos ensayos fotográficos, porque nuestra obra parte de un conocimiento y una reflexión previa y hacemos fotos con un objetivo consciente, podremos ser más intuitivos o más reflexivos, cada uno a su manera y según su forma de ser y de mirar el mundo, pero sin mayor pretensión que compartir nuestra mirada a través de nuestras fotografías y el mundo ya nos dirá si le gusta o no.

Vivian Maier nunca buscó el reconocimiento público y sin embargo una vez descubierta su obra fotográfica ha sido admirada y su éxito reconocido, porque su manera de mirar el mundo nos habla de una gran fotógrafa, que sabía hacer grandes fotografías.

Y esto y muchas cosas más nos ha contado Eduardo Momeñe en un fin de semana intenso y muy ameno en el que hablamos de FOTOGRAFÍA ,nuestra gran pasión y común afición.

Gracias maestro por compartir con nosotros tu saber y buen hacer.

 

Lucía Laínz

Marzo, Santander


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