El pasado mes de noviembre tuve la suerte de asistir al taller de fotografía que impartió esta gran fotógrafa norteamericana en el Centro de Arte Alcobendas, dentro de la programación del Master de fotografía que PHOTOESPAÑA viene desarrollando en dicho centro. Fueron tres días de intenso trabajo compartidos con un grupo de trece fotógrafos, algunos alumnos del máster, otros, profesionales del cine, la publicidad, el diseño gráfico o la fotografía, y todos reunidos con el fin de conocer más en profundidad el trabajo de esta excelente fotógrafa. Es una mujer excepcional que a sus 73 años nos dio una lección de humildad y generosidad compartiendo con todos su saber fotográfico y vital, dedicando a cada uno su atención, visionando y comentado nuestros porfolios, planteando ejercicios prácticos de retrato y fotografía de calle, corrigiendo nuestros errores y destacando los aciertos, demostrando que cada uno somos nuestras fotografías, que ellas hablan de nosotros y de nuestra manera de percibir el mundo, y que ante todo debemos ser honestos con nosotros mismos y con los que son objeto de nuestras fotos. La fotografía para ella es una filosofía de vida. En nuestras fotos, si queremos que realmente funcionen y sean capaces de transmitir algo de nosotros a quienes las contemplan, debe haber verdad, y para conseguirlo hay que huir de lo artificioso, hay que eliminar de cada imagen todo lo que esté de más. Debemos buscar la belleza en la simplicidad, la sencillez, la naturalidad y espontaneidad del momento.
Pero no basta con mostrar solo la fachada, hay que intentar ir más allá de esta primera capa que la realidad nos ofrece. Especialmente en el retrato hay que intentar traspasar esa barrera, no conformarse con la imagen que el modelo quiera proyectar y ser capaces de dirigir al sujeto hasta conseguir nuestro objetivo. Tener paciencia y saber esperar hasta el momento oportuno en el que el modelo baje la guardia y se muestre tal cual es en su más pura esencia.
"En nuestras fotos, si queremos que realmente funcionen y sean capaces de transmitir algo de nosotros a quienes las contemplan, debe haber verdad"
En cuanto al tema, Mary Ellen recomienda fotografiar aquello que más nos motive y emocione, lo que nos resulte más cercano, pues no es necesario viajar lejos, ni buscar personas o lugares exóticos para hacer buenas fotos. La vida todos los días nos ofrece excelentes escenas y personajes que fotografiar. Ella disfruta con la fotografía de calle y con el retrato de todo tipo de gente, desde los más famosos actores de Hollywood a los que retrataba durante los rodajes, fotografías (recogidas en su libro “Seen behind the scene”, editado por Phaidon, y que actualmente se exponen en la sala de exposiciones de LA FÁBRICA en Madrid), hasta las adolescentes americanas que escapan de sus casas y terminan viviendo en las calles, (tema de su proyecto “Streetwise”). La gente del circo es otro de sus temas recurrentes, las prostitutas o los enfermos mentales. Todos tienen el mismo interés para Mary Ellen y disfruta retratándolos con su cámara Leica y su gran angular de 35mm, casi siempre en blanco y negro, porque ese es su estilo, el que más le gusta para enseñarnos el mundo, el mundo de Mary Ellen Mark, un espíritu libre, honesto y generoso, sensible a los problemas de las capas sociales menos favorecidas a las que ha retratado siempre desde la empatía con respeto y sinceridad.
Gracias Mary Ellen por compartirlo con nosotros estos tres inolvidables días en Madrid.
Lucía Laínz
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Estíbaliz Mayorga (miércoles, 27 mayo 2015 11:46)
Muy interesante. Gracias Lucía